No será el paraíso, no todo será maravilloso, quien diga lo contrario miente. Tendremos que trabajar duro, ser firmes, ser consecuentes, esforzarnos para implicar a todos en la construcción de un nuevo Estado, sobre todo a quien ha votado en contra. Pero ese día histórico, cuando llegue, habremos recuperado la libertad, la dignidad y la democracia.
El instante después de la proclamación, nos habremos librado de una monarquía heredera de los Borbones que nos sometieron por las armas; de un Senado inútil, verdadero cementerio de elefantes; de un Ejército con un presupuesto escandaloso, inmoral; de una Iglesia anclada, casi, en la época de la Santa Inquisición y de un Gobierno y una buena parte de los diputados del Congreso beligerantes con nuestra identidad y nuestros intereses.
Joan Xuriach (HGxI)
Los franceses se sacudieron los borbones hace dos siglos y nosotros seguimos manteniéndolos.
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